La importancia de la preparación y el acompañamiento actoral para profesionales según Deborah Guerrero

En las artes escénicas, la preparación es tan importante como el talento. No basta con aprenderse un texto: hay que habitar al personaje, darle vida desde el cuerpo, la voz y las emociones.

Esta es la experiencia de Deborah Guerrero, actriz, guionista y directora, sobre la figura del coach actoral y, en particular, sobre el trabajo junto a Tamara Berbés. Un proceso que fue más allá de la técnica para llevarla a un lugar de juego, autenticidad y confianza.


1. La figura del coach en ensayos y rodajes

Deborah reconoce que, como actores, a veces nos concentramos demasiado en el texto. Esto puede hacer que pasemos por alto pequeñas acciones físicas o detalles emocionales que enriquecen la interpretación.

Un coach actoral observa desde fuera, ayudando a identificar esos matices y guiando hacia un trabajo más completo. Para Deborah, esa mirada externa es clave para ganar seguridad y liberar bloqueos que pueden aparecer en el proceso creativo.


2. “Mi primer bocado”: un proceso junto a Tamara Berbés

En su trabajo para Mi primer bocado, Deborah encontró en Tamara Berbés una guía comprometida y creativa. Tamara no se limitó a dar indicaciones: primero estudió a fondo el texto, luego propuso un auténtico “puzzle de preguntas” que invitaban a construir el personaje desde la autenticidad.

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Su metodología ponía el foco en la mayor herramienta del actor: el cuerpo y la acción. Desde ahí, Tamara invitaba a “jugar un rato” y, como por arte de magia, todo empezaba a tener sentido. Cada respuesta surgía de la propia actriz, y cada decisión se transformaba en un paso firme dentro del personaje.


3. Preparar para liberar

El coaching de Tamara Berbés fue, para Deborah, mucho más que una dirección puntual:

  • Fue un acompañamiento constante, ofreciendo seguridad para arriesgar más.
  • Fue un impulso creativo, abriendo caminos que ella sola quizá no habría explorado.
  • Fue una guía sutil, sin imponer, pero llevando siempre hacia la coherencia y la verdad escénica.

Deborah sintió que ese trabajo la preparó no solo para la obra, sino para abordar cualquier proyecto con mayor confianza.


Conclusión

Desde la perspectiva de Deborah Guerrero, la preparación y el acompañamiento de un coach como Tamara Berbés no son un complemento, sino una parte esencial del oficio actoral. Su labor va más allá de la técnica: es un trabajo de escucha, de descubrimiento y de juego que transforma la manera de encarnar un personaje.

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